martes, 8 de septiembre de 2015

MANTENERSE EN EL TISA ES UN PAPELÓN



La derecha opositora (Partido Nacional y Partido Colorado) y el pequeño Partido Independiente de centro, juntaron fuerzas para respaldar la permanencia de Uruguay en las negociaciones sobre liberación de servicios dentro del TISA.

El presidente Vázquez, que prefirió oír la opinión de la mayoría del FA contrario al TISA y retirarse de las conversaciones, recibió variadas críticas opositoras desde la derecha; ya que la Unidad Popular, el Partido de los Trabajadores y nuestro partido siempre fuimos totalmente contra este instrumento ideado por los Estados Unidos para controlar un área económicamente muy sensible para nuestro país, como son los servicios (salud, educación, turismo, telecomunicaciones, software y servicios ambientales).

CRÍTICAS DESDE LA DERECHA

Para el líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, el retiro de Uruguay del TISA es “un papelón”. El senador Lacalle Pou entiende que Vázquez está “ausente” y que con la decisión de abandonar el TISA “no ejerce la autoridad”.

Más hacia la derecha, el senador Pedro Bordaberry (PC), por su parte, había anunciado el domingo su intención de interpelar al canciller Nin Novoa en el caso que el gobierno resolviera retirarse de las negociaciones y remarcó que había que discutirlo en el Parlamento. Por otra parte, el senador Pablo Mieres del pequeño partido dependiente, y el ex candidato a intendente de Montevideo por la Concertarción, Edgardo Novick, señalaron que “votar al FA era votar al MPP”, en una clara maniobra divisionista hacia la interna frenteamplista; ya que el sector frenteamplista del Frente Liber Seregni liderado por el ministro de economía Danilo Astori, es partidario de que Uruguay permanezcar en las conversaciones sobre liberación de servicios (TISA)(1)

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(1) - TISA es la sigla de Trade in Service Agreement, un acuerdo internacional que se negocia en Ginebra para liberalizar el comercio de servicios.
Las negociaciones son impulsadas por integrantes de la Organización Mundial de Comercio, especialmente Estados Unidos y la Unión Europea, frustrados por la lentitud de las conversaciones de liberalización de la ronda de Doha.
Los países pueden incorporarse una vez que esté firmado.