viernes, 4 de marzo de 2011

FINALMENTE DESEMBARCÓ EL FMI EN URUGUAY


El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, propuso al gobierno del Frente Amplio no reducir en forma generalizada el IVA en 2 puntos porcentuales como estaba pautado en el Programa del FA.

¿La actual política del FMI para América Latina es la misma que en el 71? No.

¿La izquierda gobernante es la misma que en el 71? No.

En la vida todo cambia y la política también. El FMI dobló a la izquierda y el Frente Amplio a la derecha.

Veamos algunos conceptos del FMI en la reunión reciente:

la reducción del IVA no es la mejor manera de ayudar a los pobres, porque ello impacta tanto en los pobres como en ricos que también pueden aprovecharse de ello"

algunos países han procurado otros tipos de medida, pero dirigidas a los grupos más vulnerables como pobres y clase media, mediante herramientas más sofisticadas”

Recomendó “invertir en proyectos de infraestructura, educación y luchar contra la gran amenaza que es la desigualdad"

“hay que prepararse para el futuro que puede ser muy incierto, no sólo por la crisis en Estados Unidos y Europa, que no ha pasado, sino también por los acontecimientos recientes en el norte de África,  que han afectado al precio del petróleo”.

En 1971, cuando la izquierda pintaba en los muros “FUERA EL FMI”, este organismo internacional de dominación política y económica nos prestaba el dinero y luego nos hacía firmar una Carta de Intensión en la cual se establecían las medidas económicas que el gobierno debería de adoptar para hacer efectivo el cobro de dichos préstamos.

En las clausulas de la Carta de Intensión se imponían condiciones que en la práctica significaban un mayor endeudamiento, con la generación de intereses leoninos. También se aconsejaban políticas económicas recesivas, que en la práctica significaba que los gobiernos tuvieran dificultad para pagar. De esa forma se aseguraban que la deuda creciera y que los países pobres se hicieran más dependientes.

Llegamos al 2011, la Deuda Externa creció en forma desmesurada, y ahora a ellos se les hace necesario cobrar. Para poder cobrar, las economías deben tener y mantener un cierto crecimiento. Entonces vienen a entrevistarse con el Presidente Mujica y le proponen lo mencionado arriba. Luego seguirán su excursión con otros presidentes, y les darán sus sabios consejos o sus iluminadas sugerencias.

Los jóvenes y los ciudadanos incautos pensarán: “estos señores del FMI no son tan malos como parecen”.

Mencionado lo económico y pasando al aspecto político debemos preguntarnos: ¿cuál es la política actual de Estados Unidos para América Latina, y que papel cumple el FMI?

Hay dos aspectos medulares:

1 – El tema energético

2 – El tema geopolítico.

Estados Unidos, fiel a su política imperial, se aseguró el dominio de los principales yacimientos de petróleo. Mediante la fuerza militar o mediante gobiernos serviles a sus intereses.

En lo geopolítico, América Latina representa para Estados Unidos una reserva inmensa de recursos naturales y necesita asegurarse un patio trasero seguro y estable económicamente.

De esa manera, uno de sus instrumentos de dominación, el FMI, debe “aconsejar” a los gobiernos latinoamericanos a tomar medidas tendientes a la estabilidad macroeconómica.

El primer mundo en crisis y Libia, ya de por sí, representan un factor de desestabilización para el sistema. Para sus intereses, América Latina debe mantenerse estable y si es posible en crecimiento. El sistema capitalista, la globalización, funcionan si hay mercados. El FMI y otros organismos de crédito deben mantener una política moderada y hasta izquierdizante para con América Latina.

A Estados Unidos no le sirve más el Plan Cóndor y un drenaje excesivo de capitales a través del pago de la Deuda Externa por parte de los países pobres. Ahora le sirve mantener y tolerar gobiernos democráticos de corte socialdemócrata para mantener su patio trasero en calma.

Los militares que en los 70 fueron adoctrinados y usados para el dominio colonial, fueron mandados para sus cuarteles. Los usaron y luego los desecharon. Así fueron cayendo sucesivamente las diferentes dictaduras en Brasil, Argentina, Chile, Uruguay.

A Estados Unidos no le sirve los estallidos sociales como se dieron en el mundo Árabe; como consecuencia de la falta de libertad y bienestar social, sería intolerable dos o tres Cubas más en su patio trasero.

La nueva política norteamericana para América Latina ha cambiado y la izquierda, otrora revolucionaria, ahora deleitándose con las miles del poder, el dinero y la corrupción: ya no representan un peligro para el capitalismo, ni para sus intereses imperiales.

Estados Unidos apuesta a un gran bloque de integración en el denominado ALCA, donde pueda consolidar la globalización y su influencia sobre las economías débiles de América Latina.

Los actuales gobiernos progresistas en América Latina no representan en absoluto un peligro para sus intereses, de ser así, ya hubieran intentado derrocarlos a través de golpes de estado. 

Eso entraría en franca contradicción con su propaganda de paz, libertades democráticas y los pregonados derechos humanos; lo que a la postre le valió el Premio Nobel a Obama.

También intentonas golpistas militares con ausencia de libertades, pondría en jaque el proyecto integracionista del ALCA. Llevaría a un fracaso seguro toda la política elaborada para América Latina.

Claudio Diz (editor responsable del blog) 

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