Escribe: Claudio Diz
He recibido a través de Facebook un par de preguntas que hace Hernán sobre dos temas de actualidad: la explotación de hierro y el puente sobre la Laguna Garzón. He decidido compartir las respuestas que son de carácter personal pero creo, sin temor a equivocarme, que son el sentir de todos Los Verdes.
Veo que mejoraría la competitividad de nuestras industrias, bajando costos seguramente de modo dramático y potencial de crear mas empleos en industrias nuevas relacionadas al hierro.
Se proponen otra tecnología para la extracción? O solo se dice que quede todo como está bajo tierra?
2 - Se proponen alternativas a iniciativas del tipo Laguna Garzón?
O sea, otro modo de mejorar la infraestructura de la zona y no dejar todo "como está"?
De no ser asi, que es lo que se propone? Busco mas que nada planteos que apunten a un equilibrio entre progreso y respeto a la naturaleza. Se sabe que al decir "equilibrio" se refiere a estar dispuesto a ceder un poco cada uno dentro de un márgen razonable.
Veo que con esas posturas el país deja pasar el tiempo, el mundo y otros paises evolucionan, se industrializan, se fortalecen y se pide que Uruguay quede en la misma inactividad, sin aprovechar lo que tiene, pero natural?
Un saludo,
Hernán.
O sea, otro modo de mejorar la infraestructura de la zona y no dejar todo "como está"?
De no ser asi, que es lo que se propone? Busco mas que nada planteos que apunten a un equilibrio entre progreso y respeto a la naturaleza. Se sabe que al decir "equilibrio" se refiere a estar dispuesto a ceder un poco cada uno dentro de un márgen razonable.
Veo que con esas posturas el país deja pasar el tiempo, el mundo y otros paises evolucionan, se industrializan, se fortalecen y se pide que Uruguay quede en la misma inactividad, sin aprovechar lo que tiene, pero natural?
Un saludo,
Hernán.
El área afectada a la explotación de hierro en la modalidad de cielo abierto ocupa una extensa área pastoril y agropecuaria que implica un enorme consumo de energía, agua dulce y la construcción de un puerto privado de agua profundas en el Departamento de Rocha; con todo lo que apareja un emprendimiento de este porte para los ecosistemas existentes y para la otra industria sin chimeneas.
Si entrar a mencionar los daños ecológicos, la minería de gran porte o megaminería no se llevaría a cabo en suelo desértico o de cordillera como en Chile o Perú, sino en áreas actualmente productivas. Si bien es cierto que son de índice Coneat bajo, el suelo actualmente fértil dejaría de serlo luego de la explotación minera, que según cálculos previos podría extenderse por 25 años.
La extracción de hierro no traería ninguna mejora competitiva en nuestra industria, ya que el mismo sería exportado para China en su casi totalidad, aunque la ley prevé que un pequeño porcentaje del mismo se pueda destinar a la industria uruguaya. China posee una gran industria siderúrgica, cosa que Uruguay no tiene. La misma requiere de una gran inversión para la obtención de energía eléctrica necesaria para alimentar los altos hornos de fundición. ¿Es viable actualmente montar una industria siderúrgica nacional cuando todos sabemos de las dificultades que tenemos para importar energía eléctrica de Argentina y Brasil? Actualmente somos dependientes de nuestros socios mayores y en reiteradas ocasiones Argentina ha puesto trabas a la importación de energía desde Paraguay, pues la misma debe pasar por su territorio. Mismo que Argentina facilite el suministro de energía para nuestro país (cosa muy poco probable) la misma sería de un alto costo. ¿Es Juan Pueblo que va a financiar como siempre la energía eléctrica necesaria para la probable nueva industria siderúrgica privada?
Por demás está decir que no vemos ninguna ventaja económica en cambiar una producción primaria (carne, lana, arroz) menos contaminante, por otra (hierro) más contaminante y de efectos desbastadores para los ecosistemas y en detrimento de nuestra soberanía alimentaria.
Los propulsores del proyecto minero alegan que se pagarán mejores salarios en la actividad minera. Es cierto. La actividad agropecuaria en la zona tiene baja productividad. Un peón de campo gana aproximadamente 7.000 $ (un salario mínimo nacional) y pasaría a ganar dos salarios mínimos, pero también es cierto que de ordeñar vacas durante generaciones nadie se murió. La actividad minera trae aparejadas una serie de enfermedades dermatológicas y respiratorias como la silicosis y el cáncer. En todos los casos, la muerte temprana del trabajador minero y los gastos en tratamientos médicos no justificaría salarios de 14.000 $ (700 U$S) por ocho horas de trabajo.
Los Verdes planteamos la necesidad de elaborar Programas de Desarrollo Zonal compatibles con el cuidado del medio ambiente que suplante a la actividad minera, pero lamentablemente no contamos con representación parlamentaria dada la reciente creación y construcción de un nuevo espacio político. Aspiramos a que futuramente podamos participar activamente en la construcción de un país donde el bienestar, la vida de la gente y la naturaleza sean lo principal y no un producto del Mercado. Aspiramos a un nuevo paradigma de producción que no ponga en riesgo la vida y el porvenir de las futuras generaciones. Por eso nos oponemos a la construcción de centrales atómicas en el Uruguay, al uso y consumo de productos transgénicos y a la especulación inmobiliaria en áreas protegidas, entre otras cosas.
2 – La existencia de una laguna que separa los departamentos de Maldonado y Rocha fue obra de la Naturaleza. No hubo un decreto gubernamental que determinara tal cosa. La necesidad del traslado de turistas entre un departamento y otro hizo que se estableciera un sistema de balsas. Eso es lo que hay actualmente. También hay una población estable muy reducida, lo que implica niveles de contaminación muy bajos en una zona agreste, poblada por una flora y fauna autóctonos dignos de preservar como patrimonio de la Humanidad.
Que sucede: la farándula porteña, extranjeros que hicieron mucho dinero en la vecina orilla vendiendo programas televisivos chatarra, empresarios argentinos del sector inmobiliario, como el empresario argentino Eduardo Constantini, propietario Las Garzas Blancas SA., quieren extender sus tentáculos desde Maldonado hacia Rocha y ya han puesto sus ojos en este oasis terrenal.
La construcción del puente sobre la Laguna Garzón es condición indispensable para el negocio y la especulación inmobiliaria.
El fraccionamiento y venta de terrenos vírgenes pasarían a tener otro valor mercantil. La idea es convertir a esta zona agreste en barrios privados y en complejos hoteleros para los muy ricos; la burguesía porteña y tal vez algún europeo estresado.
Los gobiernos departamentales frenteamplistas de Maldonado y Rocha ya han hecho cuentas de la proyección en población que aumentaría notoriamente en esa zona luego de la construcción de un puente y de la consabida ocupación inmobiliaria. También se frotan las manos con la recaudación municipal por concepto de Contribución Inmobiliaria, permisos de construcción y trámites varios.
Nos preguntamos: si ese es “el progreso” que trae más dinero a los cofres municipales, ¿qué es lo que hicieron con el dinero recaudado con los inmuebles de Punta del Este? Porque tal vez el uruguayo compatriota que reside en el exterior no sepa que en el perímetro de Punta del Este existen varios “cantegriles”, villa miserias, favelas, ahora llamados “asentamientos precarios”.
Es una buena pregunta para responder, porque si en Punta del Este existen pese al lujo y la riqueza, porque no pasarían también a existir en la futura Laguna Garzón cercanos al lujo inmobiliario bonaerense.
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