viernes, 24 de junio de 2011

EL FUTURO DEL FERROCARRIL


Cuando el presidente Mujica dice que quiere el ferrocarril y que la propuesta no es negociable, no dice para qué lo quiere, como lo quiere y en donde lo quiere. Y si se lo dice a los íntimos, su propuesta concreta no trasciende a la opinión pública.

Nos planteamos las siguientes preguntas:

¿El proyecto concreto y finalizado de un ferrocarril público o privado realmente existe? Si el proyecto existe (cosa dudosa), ¿por qué no se hace público para que la ciudadanía lo conozca?

¿Es una idea del presidente Mujica, figura en el programa de gobierno del Frente Amplio, o forma parte de la política neoliberal  que el gobierno está llevando adelante; en la cual se beneficia y desarrolla al máximo la rentabilidad de las empresas extranjeras que operan en nuestro país?

¿El proyecto es nacional o va más allá de fronteras, involucrando a países limítrofes como Brasil?

¿El Ente AFE, o una nueva empresa dentro de la política del BID, de Asociación de Públicos con Privados (APP)? Pensamos que si el proyecto ferrocarrilero dará ganancia y será rentable, se hará todo lo posible desde el gobierno para que sea privado. Si no dará ganancia y sólo servirá para alivianar la ruptura de carreteras, por supuesto que será del Estado.

Si nosotros tuviéramos representación parlamentaria propia, estas mismas preguntas estaríamos haciéndoselas a los integrantes del gobierno. Pero no la tenemos y debemos trabajar para conseguirla.

Según lo poca información que llega a la opinión pública, lo que se pretende es un ferrocarril de carga.

Desde el punto de vista logístico para el traslado de mercaderías y desde el punto de vista ambiental pensamos que supera y mejora al transporte terrestre que contamina y destroza carreteras. Los costos ambientales y los cotos materiales en la reparación de las rutas será muchísimo menor.

EL FERROCARRIL NO PASA POR EL OJO DE UNA AGUJA

Cuando se trata de gastar el dinero de los contribuyentes e invertir en algo tan grande como la construcción de un sistema o red de ferrocarriles, se impone un estudio científico y planificado del mismo, lo demás es mera improvisación o buenas intenciones.

En primer lugar, si necesitamos un ferrocarril para el transporte de mercaderías, nos preguntamos: ¿qué tipo de mercaderías? Madera rumbo a las pasteras, carne, lana, soja ...

Es indudable que determinados sectores productivos se van a beneficiar con un transporte seguro y barato para el traslado de sus mercaderías. ¿Es el mismo sector productivo que hoy en día está en régimen de Zona Franca, como lo son las empresas extranjeras UPM y Montes del Plata, ligadas a la producción de celulosa?

¿Necesitamos un ferrocarril de carga para el futuro y mal parido “Uruguay Extractivista” que el progresismo en el gobierno pretende implantar?

Las políticas neoliberales implantadas en el Uruguay en las últimas décadas han llevado a una mayor dependencia del extranjero.

Las decisiones políticas de los sucesivos gobiernos blancos, colorados y frenteamplistas, de abrirse de brazos y de piernas a la llegada y radicación de capitales extranjeros, ha llevado a que un tercio de la tierra productiva esté en manos de estos capitales.

¿Son esos los sectores productivos que se van a favorecerse con la puesta en marcha de un ferrocarril seguro y barato? Si son esos lo sectores favorecidos, es hora de que se tomen medidas para que aporten más a la sociedad. Actualmente trabajan en régimen de Zona Franca (Ley de Inversiones), con exoneraciones fiscales y emplean muy poca mano de obra. La materia prima producida, como es el caso de la celulosa, se exporta virgen al exterior, sin ningún tipo de valor agregado.

PARA ALGUNOS, LA PATRIA ES LA PLATA

No faltará quien diga desde alguna colectividad política que: “beneficiando a estas empresas, se benéfica al país” Ya conocemos las caras de los que dicen eso, la forma que se venden por unos pocos pesos, y la falta de moral para ejercer cargos públicos.

El capital es el capital, y el mismo no tiene patria.

Hay grandes corporaciones y empresas casi monopólicas operando en nuestro país. Los dividendos que se esfuman al exterior, dejándonos sólo los costos ambientales y una bonanza pasajera, no tienen nada que ver con la Patria.

Si se busca un medio de transporte más barato y económico para que sigan viniendo estos piratas modernos a llevarse nuestras riquezas, mejor dejar todo como está e invertir los dólares en otra cosa.


Si se busca desarrollar un ferrocarril basado en un proyecto productivo serio e inclusivo, donde no se busque beneficiar aún más al sector sojero y de celulosa, tendrá todo nuestro apoyo.

Claudio Diz

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