Los intentos del Frente Amplio por introducir la Ley de Inclusión Financiera dentro de la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos ha fracasado. No pudieron conseguir el voto cincuenta entre sus propias filas.
EL GRAN HERMANO MASÓN (Ley de Inclusión Financiera) TAMBIÉN QUIERE SABER SI DOÑA MARÍA O DON JOSÉ SON “ASIMILADOS” AL SISTEMA O SON “REVOLTOSOS”.
¿Para qué el voto es secreto? Es para que los sufragantes no sufran posteriormente ningún tipo de persecución política o ideológica a raíz de sus preferencias electorales, para eso es secreto.
Esta ley pretendía lo contrario, que los aportes a las campañas políticas se hicieran a través de la ley de Inclusión Financiera, pues cualquier persona que hiciera un aporte, así sea comprar un número de rifa de cien pesos, debería hacerlo a través de los medios electrónicos de pago. De esa forma se estaría creando una enorme base de datos de simpatizantes y militantes que aportan a determinado partido político, así se trate de una suma ridícula de dinero. A eso le debemos sumar el intenso patrullaje que efectúan los servicios de inteligencia en las redes sociales en busca de saber “quién es quién”, el fichaje que se hace a través de la composición sindical y de los integrantes de las organizaciones sociales. Futuramente se intentará ponernos un microchip como a los perros a cada uno de nosotros. Este sistema totalitario seudo democrático se blinda para que la sociedad se arrodille ante el Dios Dinero y sucumba ante su poder.
FALSAS AFIRMACIONES
Desde el FA se dijo que los partidos de la oposición no quieren que se controle de donde sale el dinero para las campañas. Pues bien, si es el dinero lo que les preocupa y no el control ciudadano, alcanza con topear las campañas de cada partido y darles minutos gratis en los medios a los pequeños partidos que no disponen de millares de adherentes trabajando cinco años (que es lo que duran las campañas electorales en Uruguay) y aportando. Eso sería democracia. Oportunidades iguales para todos; para que nuestras propuestas puedan ser conocidas por toda la población y ésta nos pueda juzgar, aprobar o desaprobar, pero no, la ley presentada le pretendía dar beneficios al que más votos hubiera obtenido en la elección pasada, llámese Frente Amplio.
Otra cuestión es la negativa para que las empresas hagan aportes a los partidos. Lo vemos bien. Que las empresas, muchas de ellas beneficiadas por adjudicación de obra pública, se mantengan al margen de las campañas, aunque en este país hay corrupción y la seguirá habiendo. Pero el partido de gobierno quiso meter un “paquete armado a su medida” para ser aprobado y fracasó.
FALSAS AFIRMACIONES
Desde el FA se dijo que los partidos de la oposición no quieren que se controle de donde sale el dinero para las campañas. Pues bien, si es el dinero lo que les preocupa y no el control ciudadano, alcanza con topear las campañas de cada partido y darles minutos gratis en los medios a los pequeños partidos que no disponen de millares de adherentes trabajando cinco años (que es lo que duran las campañas electorales en Uruguay) y aportando. Eso sería democracia. Oportunidades iguales para todos; para que nuestras propuestas puedan ser conocidas por toda la población y ésta nos pueda juzgar, aprobar o desaprobar, pero no, la ley presentada le pretendía dar beneficios al que más votos hubiera obtenido en la elección pasada, llámese Frente Amplio.
Otra cuestión es la negativa para que las empresas hagan aportes a los partidos. Lo vemos bien. Que las empresas, muchas de ellas beneficiadas por adjudicación de obra pública, se mantengan al margen de las campañas, aunque en este país hay corrupción y la seguirá habiendo. Pero el partido de gobierno quiso meter un “paquete armado a su medida” para ser aprobado y fracasó.
