Continúan los disturbios en la ciudad de Puno, en el este de Perú, tras 16 días de protestas lideradas por activistas indígenas que se oponen a la explotación minera.
Miles de manifestantes del movimiento indígena Aymara están bloqueando las principales carreteras a la ciudad, pues quieren impedir que una compañía minera canadiense entre a sus tierras ancestrales. Los manifestantes no quieren que la actividad minera contamine al Lago Titicaca y sus tierras. Ellos dependen de la tierra para vivir.
La policía se ha retirado del centro de la ciudad, mientras varios edificios gubernamentales que fueron incendiados durante la noche continúan en llamas. Los campesinos indígenas están dispuestos a enfrentar la represión.
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