LA POLÍTICA DEL TERO TERO

Hace poco más de una semana, el señor presidente Mujica salía a los Medios a informar sobre la idea de convocar a un Referendum Consultivo para que la población se expida sobre la conveniencia o no de la implantación de un nuevo modelo productivo en el país: la explotación minera a cielo abierto; cuya cabeza más visible es la empresa Aratirí perteneciente al grupo Zamin Ferrous de capitales indúes.

Este hecho motivó como es habitual, voces a favor y en contra dentro del gobierno y la oposición.

Entre las voces en contra de tal iniciativa, se encuentra la del flamante presidente del honorable Directorio del Partido Nacional, el senador Luis Alberto Heber. Dicho parlamentario perteneciente a los sectores blancos más conservadores, dijo que no le parece correcta la idea de "convocar al pueblo sobre proyectos de inversiones", como por ejemplo Aratirí o AFE, "porque cada consulta sale US$ 5 millones". Esta opinión trascendió de la audiencia que mantuviera con el presidente (entre blancos se entienden). 

No vamos a entrar a polemizar sobre los costos que la democracia tiene, porque con esa lógica reduccionista, las dictaduras salen mucho más baratas.

Lo cierto es que de una manera intencional o no por parte del Poder Ejecutivo, se le quitó presión al creciente cuestionamiento que desde hace tiempo venimos haciendo a la minera Aratirí, junto a grupos ambientalistas, productores rurales afectados y vecinos del departamento de Rocha.

El eje de la discusión dejó de ser sobre lo positivo y lo negativo de una actividad minera a cielo abierto en Uruguay y pasó a ser sobre los pro y los contra de un mecanismo de Democracia Directa. Mecanismo ya utilizado en algunos países de Europa, pero que debería reglamentarse por Ley aquí en nuestro país para poder llevarlo a cabo.

Sería algo hasta ahora inédito en nuestro país, porque dicho mecanismo no tendría poder resolutivo y solamente sería consultivo a los efectos de tener en cuenta la opinión ciudadana sobre tan delicado tema. El tema es sumamente importante porque se estaría ante un “antes” y un “después” del tan publicitado Uruguay Natural.

UNA VEZ MÁS, EL ENGAÑO

En determinado momento el presidente Mujica señala con su dedo amenazador e increpa a una periodista: “Usted también va a tener que decidir”.

Se consigue el objetivo de desviar la atención del tema principal que era la instalación de la minera Aratirí y concentrarlo en el mecanismo del Referendum Consultivo. Muchos le creyeron, muchos no, y muchos caímos en la trampa.

A la semana, el presidente es de nuevo consultado en la reunión que mantuviera con el Sindicato de la Construcción (SUNCA), dijo que si tras los informes técnicos se concreta la obra, quiere que la población decida el destino del dinero que el Estado recibirá anualmente por permitir la extracción de hierro. "Porque vamos a consumir una riqueza que le pertenece a la nación, a los que van a venir durante 30 o 40 años" 

Entonces la consulta ya no sería más sobre el fondo del asunto: a favor o en contra de la instalación de la minera. La consulta sería sobre el destino que se le daría al dinero obtenido del canon que le corresponde al gobierno. 

EL PRESIDENTE MUJICA Y SU PRIMER MINISTRO ASTORI ESTÁN A FAVOR DE ARATIRÍ

En dicha reunión también agregó que tanto él como el gobierno creen que "puede ser positivo" que Aratirí concrete su proyecto minero.

De los trascendidos del gobierno se deduce que hay una Santa Alianza entre el gobierno y la multinacional Zamin Ferrous.

Mientras la empresa presiona a sus 300 trabajadores para hacer manifestaciones en defensa de su fuente de trabajo, el gobierno se reúne con los sindicatos para plantear su apoyo al proyecto.

Unos días antes, en el programa televisivo Poder Ciudadano, que se emite en el canal estatal, el dirigente del gremio de los metalúrgicos (Untmra) Marcelo Abdala, expresaba su beneplácito con el proyecto minero. Evidentemente este gremio cuenta con muy mala información, pero ese no es el tema. El tema es que mientras se le dice a la población que todo depende del estudio ambiental que está en manos de la DINAMA y que de ella depende la aprobación del proyecto, el gobierno toma la decisión política de poner todo su peso a favor del proyecto Aratirí y redobla la apuesta anunciando otro proyecto en Rivera a cargo de la empresa australiana Gladiator Resoruces, que en Uruguay se denomina Ferrominas S.A.

UNA VEZ MÁS, MUJICA SE MOFA DE LOS ADVERSARIOS AL PROYECTO

Durante la reunión con el SUNCA también mencionó a la fábrica de celulosa UPM (antigua Botnia) y dijo: "todo el pamento que se hizo de Botnia, de pescados de dos cabezas en el río Uruguay, que iba a ser horrible, que no íbamos a tener más plantas y nadar dentro de la bosta". Dijo que fue "todo mentira", ya que "no pasó nada de eso", que el tema es "hacer las cosas bien y que nos convengan" y eso "lo vamos a tener que discutir".

¿Con quién van a discutir una decisión ya tomada? ¿Lo van a discutir entre los partidos que integran el Frente Amplio? Por otra parte, el ejemplo de UPM no tiene nada que ver con la minería a cielo abierto. El conflicto internacional que nos costó dicho emprendimiento llevó a que se hicieran análisis exhaustivos sobre contaminantes, y los partes técnicos determinaron que la contaminación era mínima. Se pretende intencionalmente confundir a la opinión pública relacionando dos emprendimientos totalmente diferentes.

Cabe preguntar ante tanta presión política y empresarial ¿qué libertad de acción le quedará a la DINAMA y a su director, Jorge Rucks? ¿Estaría dispuesto a arriesgar su empleo?; a pesar que (según palabras de Mujica) “vino a joderse al Uruguay”. Al final y al cabo, en el Mundo del Revés y en el Uruguay Natural, todo es posible. 

Claudio Diz

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