martes, 7 de diciembre de 2010

MONTEVIDEO: ALARMA SANITARIA

La huelga gremial municipal que ya lleva 10 días, ha dejado la hermosa ciudad convertida en un inmenso basural a cielo abierto.
El Ministerio de Salud Pública del gobierno progresista ha considerado que la salud de la población no está en riesgo, algo difícil de creer si se tienen en cuenta las toneladas de basura acumulada en toda la ciudad.
El calor reinante y la falta de lluvias ha acelerado la descomposición de los desechos orgánicos, haciendo insoportable el mal olor, y haciendo de todo esto un caldo de cultivo para microbios y bacterias.
Es notoria la falta de educación y conciencia ciudadana de quienes están tomando de rehén a la población que les paga sus salarios.
El conflicto sindical podría ciertamente conducir sus reclamos sin perjudicar a la población montevideana.
Todo hace indicar que tras los reclamos salariales se esconde la finalidad política de ensuciar a la nueva administración municipal. En efecto, las últimas encuestas indican el índice más bajo de aprobación a la gestión frenteamplista.
Del otro lado de la mesa se encuentra la nueva Intendenta Ana Olivera siguiendo directivas políticas-partidarias de no decretar la esencialidad de los servicios.
Hay una directiva del Frente Amplio para no llegar a esa medida. Es difícil comprender como puede primar una decisión política de no considerar que este tipo de servicio que presta la Comuna no pueda ser considerado esencial.

LOS DERECHOS HUMANOS NO SE FESTEJAN, SE CONSIGUEN EN LA LUCHA

En pocos días más se festejarán los Derechos Humanos en medio de toneladas de basura maloliente. ¿El Derecho a la Salud por parte de la población, no es considerado por la actual administración?
Pocas semanas atrás la huelga de médicos anestesistas dejaron a miles de pacientes sin posibilidad de ser operados, pese a todo, el Ministerio de Salud dirigido por un economista, no decretó la esencialidad de los servicios.
Repito que cuesta comprender como es más importante para el gobierno frenteamplista que no se ocupen las oficinas públicas por parte de sindicalistas, y no sea importante la salud de la población. Puede morirse gente por falta de médicos que no estén dispuestos a trabajar por menos de 112.000 $ al mes, y puede enfermarse gente por la contaminación provocada por la basura, porque hay empleados municipales que no quieren ganar menos de 20.000 $ al mes. Sinceramente, nadie en su sano juicio creerá que todo esto es un tema de salarios, y que este tipo de servicios no son esenciales para la población.

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