En la noche del miércoles 14, por vuelta de las 22 hs. fue votado y aprobado el nuevo Código de Minería. La ley fue aprobada con los votos del Frente Amplio y del Partido Independiente, 50 en 73 legisladores presentes.
"Hay un avance importante con respecto al canon, un cambio en la metodología ya que antes se deducía el 5% de lo exportado menos la deducción de costos que hacían las empresas, ahora se sacará el 5% del total de la producción exportada", dijo el diputado Carballo de Frente Amplio.
Las modificaciones prevén que un 3% del canon quede en manos del Estado, mientras que el restante 2% pase al dueño de la tierra, distribución inversa a la que marcaba la anterior legislación.
En los minerales no metálicos será de un 5% en los primeros cinco años de explotación, para luego pasar a un 8%.
Según explicó a La diaria el diputado frenteamplista Julio Battistoni, del MPP, la principal variante consistió en la introducción de una “vista previa” del dueño de la superficie durante la etapa de prospección -en el código que estaba vigente simplemente se le informaba- y una redistribución de los roles del ministerio de Industria, Energía y Minería y de la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige) en los procedimientos de extracción minera.
Finalmente el nuevo Código terminó siendo votado en sin mayores modificaciones. Ya había sido votado en el Senado.
SEGUIMOS CON LA POLÍTICA DEL TERO
Mientras el Frente Amplio se aprestaba a hacer votar el nuevo Código de Minería (el día miércoles)en el Parlamento, en el día anterior se procedía a desalojar con inusitada violencia, a pobladores de Punta del Diablo que se encontraban con sus casas en situación irregular.
El gran show montado para la prensa por el Intendente frenteamplista de Rocha un día antes y que se prolongó hasta el día jueves, distrajo la atención de la opinión pública en un tema trascendental para el futuro del Uruguay. La táctica del tero de “hacer ruido” en un lado, mientras pone los huevos en otro, otra vez vuelve a ser utilizada por los integrantes del gobierno.
Esa táctica también es muy común en la guerra de guerrillas, de la cual los Tupamaros entienden muy bien. Llamar la atención del enemigo en un lugar determinado, mientras se realiza el operativo principal en otro.
Esta vez, el enemigo parece ser la opinión pública contraria a la megaminería y la posible toma de posición de los ciudadanos que todavía no tienen opinión formada sobre el tema.
De aquí en más que hará el gobierno con los opositores a los megaplanes en curso y las ganancias de las multinacionales? Inventarán ataques cibernéticos para cerrar el único medio de expresión que nos queda; que son las Redes y las páginas en Internet?
La democracia tutelada y controlada por las grandes corporaciones y los Iilluminati (Iluminados) al servicio del Nuevo Orden Mundial, y de la cual el Uruguay no escapa, ven con mucha preocupación el desarrollo de la libre expresión y la información (no oficial) que venimos desarrollando en las Redes.
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